La esencia de nuestra alfombra es, sobre todo, la amistad. La amistad de un grupo de jóvenes que allá por el año 1963 tuvimos la oportunidad de ocupar uno de los espacios del recorrido ofrecido a Juan Pérez Domínguez por la Academia de Dibujo de Don José Perdigón.
Nos conocíamos ya fuera por nuestra pertenencia a la Juventud Obrera Católica (JOC), la Agrupación Juvenil Teide, la carpintería de Isaac Valencia Pérez o la propia Academia de Dibujo por lo que rendir culto al Corpus a través de las flores más que un compromiso fue un honor.
Desde entonces hemos plasmado de forma ininterrumpida nuestro arte y amistad en una alfombra que florece generación tras generación para sumar a la misma a alguno de nuestros hijos, nietos o amigos.
A lo largo de todos estos años hemos alternado diseños de motivos eucarísticos, pasajes bíblicos o imágenes de santos, pero lo que nunca ha variado es nuestra devoción al Corpus, el respeto entre compañeros, el buen humor con los visitantes y el agradecimiento a los vecinos que con tanta hospitalidad siempre nos han acogido.
En nuestro uniforme llevamos estampado el símbolo de la Asociación de Alfombristas y en nuestros corazones el orgullo de ser alfombrista en La Orotava, Villa de las Flores.