Artistas

Liborio Valencia Hernández y amigos

AÑO JUBILAR 2025: “PEREGRINOS DE LA ESPERANZA”

El templo de Dios que es nuestro corazón tiene también una puerta “hermosa”, y es la puerta de la Esperanza. Esta es la puerta que hoy queremos intentar abrir a Cristo que viene. (Hch 3,2)

El Año Jubilar 2025, convocado bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”, marca un momento trascendental en la vida de la Iglesia Católica. Este Año Santo, proclamado por el Papa Francisco mediante la bula “Jubileo de la Esperanza”, invita a todos los fieles a redescubrir la misericordia de Dios y a caminar juntos como una Iglesia unida y renovada.

Y es precisamente el Año Jubilar 2025 el motivo elegido que inspira y justifica nuestra alfombra en el presente año como ofrenda al Santísimo Sacramento, en la cual se pretende representar el acontecimiento que da inicio al Año Santo, la apertura de la Puerta Santa, en nuestro caso mediante unas manos anónimas que empujan para abrir esa PUERTA DE LA ESPERANZA, representada por la de nuestro templo villero de San Agustín.

La elección de la citada Iglesia de San Agustín (La Orotava) se debe a que nos permite reflejar dos propósitos. Por un lado, mantener el estilo que ha venido caracterizando y definiendo a nuestra alfombra en el transcurso de los años de intentar poner en valor el riquísimo patrimonio de nuestro Municipio; por otro lado, hacemos un guiño al principal evento celebrado en La Orotava con motivo del Año Jubilar 2025, como fue el recordado Vía Crucis Magno, grabado de manera perpetua en la retina de los villeros y acontecido el pasado 29 de marzo en esta Iglesia de San Agustín.

El tapiz central descrito se acompaña de una cenefa perimetral ornamental en concordancia con el motivo de este, utilizando una representación modificada, simplificada y colorista de la talla en madera de los cojinetes que conforman la puerta de la Iglesia de San Agustín.

Todo el conjunto y mensaje de esta alfombra se refuerza con el acompañamiento del logotipo oficial del Año Santo Jubilar 2025 y la firma manuscrita del recientemente fallecido Papa Francisco, precursor de este Año Santo, además de la frase – mensaje en alusión a “la puerta de la Esperanza que se quiere abrir a Cristo que viene”

Historia

Nuestro grupo realiza su primera alfombra en el año 1981. Se inicia a partir de una propuesta que hace la Comisión de Alfombras de aquel momento (Isaac Valencia, Diego Juan Álvarez, Adolfo Herreros, Matías, Jerónimo Rguez, etc) al grupo de monaguillos de aquel momento de la Iglesia de La Concepción. El portavoz del grupo de monaguillos fue Liborio Valencia, y después de varias reuniones nos ceden 2 pequeños espacios (medallones) que se realizan a ambos lados de nuestra alfombra actual por debajo de los corridos de Isaac Valencia y Leonardo Ruiz y amigos de la Piedad.
Desde muy niño ya yo participaba en el corrido de la familia junto con mi padre. Esa primera alfombra la iniciamos siendo muy jóvenes, teníamos entre 12 y 14 años. Ese primer boceto lo saco de la portada de unos libros «LA BIBLIA DE LOS JÓVENES», que aun conservo y que consta de tres volúmenes.
Ya esos primeros medallones los coordino como cabeza visible del grupo bajo la supervisión de mi padre que atendía al corrido de la familia y a nosotros. En aquellos dos primeras pequeñas tapices participan Ismael Castañeda, José Abreu, Demetrio Mesa (hijo) y Liborio Valencia.
Pues esos dos espacios los ocupamos durante 6 años, hasta 1986, para a partir de 1987 ocupar el emplazamiento actual por encargo de la Comisión de Alfombras del momento, y de manera horizontal, una vez que los anteriores responsables de esa alfombra (Chela, Mesa, etc) dejan de hacerla.
Con el transcurso de los años, se han ido entregando varios amigos que venimos manteniendo  un número estable de más o menos doce colaboradores. a los que igualmente ya se han ido sumando nuestros hijos y otros familiares.
Nuestros diseños son claramente identificatorios de nuestro estilo, e intenta rescatar nuestro paisaje urbano histórico y natural más próximo, apoyándose en ese patrimonio para transmitir mensajes de índole religioso, al que se suma un mensaje escrito para reforzar lo que queremos transmitir con nuestros tapices.

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