¡FLORES QUE GRITAN PAZ!
Mientras la guerra ahoga infancias
y el mar traga sueños en las pateras,
esta belleza efímera es un lamento.
Cada pétalo es un niño que no volvió de la guerra,
un migrante que no tocó tierra.
Paz para los que nunca llegaron.
Historia
La alfombra que en la actualidad se adjudica por la Asociación de Alfombristas a Pedro Eustaquio Pérez García, su familia y amigos, nace en 1987. La alfombra número 35 del recorrido estaba adjudicada a Don Agustin Ruiz que la venia confeccionando con sus familiares y amigos.
En las fiestas de La Octava del Corpus de 1987 se encontraba enfermo Don Agustin y ninguno de sus familiares o amigos acudieron a la cita anual.
Paseando muy temprano Pedro Eustaquio observó que el sitio estaba libre y al preguntar los miembros de la asociación le dijeron que los que debían hacerla ni comparecieron y ni avisaron, por lo que él se ofreció a hacer alguna cosa para ese hueco.
Pasaba por allí José Garcia y le pidió que le ayudara, buscaron flores y realizaron una alfombra.
Al año siguiente la enfermedad de Don Agustin se había agravado y los hijos comunicaron a laAsociación de Alfombrista que no seguirían, por que llamaron a Pedro Eustaquio ofreciéndole ese espacio.
El aceptó y llamó a unos cuantos amigos para que le ayudaran; Cayetano Mejia, José Maria Santos, Juan Bautista Trujillo (Sebe), Manolo Hernandez, algunos de ellos trajeron a sus hijos, posteriormente se incorporó José Ignacio Cabrera (qepd).
Paradógicamente Don Agustin Ruiz, falleció un día de las Alfombras, el 16 de Junio de 1993.
De aquellos hijos y nietos que se incorporaron, los más activos y que permanecen son Manuel Mejia (Hijo de Cayetano), Daniel Pérez (nieto de Pedro Eustaquio), Alonso Mejia (nieto de Cayetano) y puntualmente colaboran el resto de nietos.
De aquel primer grupo sólo quedan Cayetano Mejia, Juan Bautista (Sebe), José Maria Santos, Manuel Mejia y los citados nietos y Yasmina Expósito, nuera de Pedro Eustaquio.
Nuestro mentor Don Pedro Eustaquio Perez García, nos deja el 30 de marzo de 2021, y lo tendremos permanentemente en nuestro recuerdo y en nuestro corazón.